sábado, 22 de junio de 2013

GNU/Linux del Día: Internet desde la terminal

Empecemos con una disculpa. En nuestra anterior entrada dedicada a GNU/Linux, explicamos el funcionamiento de la instrucción cal para hacer calendarios. Por desgracia, algunos programas no funcionan exactamente igual en todas las distribuciones.

Esto es debido a que Puppy Linux y sus derivados (como Saluki) tienen que hacer virguerías para que todas las maravillas en su interior quepan en tan sólo cien megas y funcionen en ordenadores antiguos, como la birria de netbook en que estoy escribiendo ahora mismo. Así que, si bien nuestra pequeña toma de contacto con la terminal sigue siendo válida en un 90% para cualquier versión de Linux, puede que alguna opción no funcione.

Por supuesto, siempre cabe la posibilidad de compilar el código fuente de un programa hasta que todo esté a nuestro gusto, pero eso lo dejamos para los valientes.

Para compensarles por las molestias causadas, en esta ocasión no sólo les enseñaré a navegar desde la línea de comandos, sino que lo haremos con dos distribuciones muy distintas (Fedora y Saluki), para entender sus diferencias. De paso, aprenderemos a instalar un programa paso a paso, que siempre es importante.

En GNU/Linux hay navegadores de internet para todos los gustos, empezando por los más famosos: Firefox, Chrome, Opera... Incluso se puede usar Internet Explorer, aunque me cuesta imaginar por qué querría hacer alguien semejante disparate.

También hay navegadores menos conocidos, pero muy estimables, como Midori, Arora, Konqueror, Web (antiguamente Epiphany)... Personalmente, uso Firefox para casi todo, y reservo Midori para los juegos en flash, pero es cuestión de gustos (y de las capacidades de su máquina).

Sin embargo, la grandeza de Linux es que también puede navegarse en modo texto, desde una simple terminal. Esto puede parecer primitivo, pero tengan en cuenta que así leen internet los robots de Google y otros buscadores. Si tiene usted una página web, un navegador de texto es la mejor herramienta de diseño para comprobar que es legible por las máquinas que deben darla a conocer al mundo entero.

Un navegador de texto también es indispensable para aquellos webmasters responsables que quieran asegurarse de que su página es accesible para invidentes. En general, cuanto más flash y más javascript tenga una web, más difícil será para los navegadores que utilizan los ciegos interpretar correctamente su contenido.

Como los navegadores de texto no muestran este tipo de adornos, la navegación no es sólo mucho más rápida (y segura) que con un navegador convencional, sino que nos servirá para hacernos una pequeña idea de los obstáculos a que se enfrentan ciertas personas en su vida cotidiana.

(Dicho sea de paso, cuanto más flash y más javascript tiene una página, más vacía suele estar de verdadero contenido, así que los navegadores de texto funcionan, por así decirlo, como un detector de tontos en internet.)

Al igual que ocurre con los navegadores gráficos, hay docenas de navegadores en modo texto: lynx, w3m, elinks... Nosotros nos hemos decantado por lynx, por ser el más popular (todo lo popular que puede ser un navegador de estas características, que no es mucho) y estar en los repositorios de todas las distribuciones.

En Fedora, para instalarlo no hay más que abrir una terminal y escribir (como root):

yum install lynx

En Ubuntu y similares, cambiamos lo anterior por el clásico:

sudo apt-get install lynx

Por descontado, podemos usar el administrador de paquetes de nuestra distribución: Synaptic, Yum Extender, Ubuntu Software Center... Veamos el proceso de instalación con todo detalle para Saluki, el equivalente Linux de Louis Vuitton.

Pulsamos con el ratón en el botón de Inicio (el perrito) y, en el menú desplegable que aparece, seleccionamos System > Puppy Package Manager.


Aparecerá una ventana desde donde podemos instalar todo tipo de programas: juegos, utilidades, suites ofimáticas... En la esquina superior izquierda, si tecleamos lynx en el recuadro, veremos que en la parte derecha nos sale el nombre de un paquete: lynx2-8-7-i486, junto a una breve descripción de su función (text web browser).


Pulsamos con el ratón en el nombre del paquete y saldrá una ventana preguntándonos si deseamos instalarlo. Seleccionamos Install lynx 2-8-7-i486.


A continuación, el programa nos preguntará desde dónde queremos descargar el paquete. El servidor por defecto suele ser suficiente en la mayoría de los casos, pero si está fuera de servicio o la conexión va más lenta que el caballo del malo, podemos probar con los otros. En cualquier caso, pulsamos en Download packages y esperamos un momento a que se complete el proceso de descarga e instalación.


Cuando haya terminado, el administrador de paquetes nos avisará de que todo se ha instalado correctamente y podemos cerrar la ventana. Ha llegado la hora de divertirse.

Volvemos a pulsar en Inicio > Utility > Terminal para acceder a la línea de comandos.


Y empezamos a navegar tecleando lynx más la dirección de la página que nos interese, por ejemplo:


¡Magia! Ya estamos navegando por internet. Usa las flechas de arriba y abajo para moverte por la página, y la flecha derecha para pasar a un enlace (la flecha izquierda sirve para retroceder a un enlace anterior). También se puede acceder a un enlace pulsando Enter.


Sí, todo esto es muy bonito, pero ¿de qué me sirve esto si yo lo que quiero es ver fotos de Emily VanCamp? No hay problema. Si nos fijamos bien, esas palabras en marrón tienen la extensión jpg, lo que indica que son fotos. Nos colocamos en el enlace con la flecha de arriba o abajo y pulsamos flecha derecha o Enter...


Navegar con lynx tiene dos inconvenientes. El primero es que, dependiendo de lo bien traducida que esté nuestra distribución, las tildes no se mostrarán correctamente. En Fedora, las páginas en español se leen perfectamente...


Pero si lo hacemos desde Saluki, no tendremos tanta suerte.


En realidad, esto no es culpa de Saluki, sino de Shemer Olufunmilayo (la culpa siempre es de Shemer Olufunmilayo). Si queremos que nuestra página web se lea como es debido en ordenadores extranjeros, debemos escribir nuestros textos usando el código HTML apropiado para letras acentuadas. Si usamos Firefox y otros navegadores gráficos en Saluki, no tendremos este problema, porque ya están preparados para subsanar este error de webmaster primerizo (o perezoso) pero lynx es mucho más riguroso (y hace bien). Prometo enmendarlo en cuanto tenga tiempo.

El otro pero de navegar por lynx es que no podremos acceder a páginas que sólo funcionan como es debido con flash, javascript y similares. Facebook, sin ir más lejos. Al menos, el señor Zuckerberg tiene la amabilidad de informarnos de que nuestro navegador no es lo bastante bueno para él.


¡Oh, no! ¿Significa eso que ya no podré estar en contacto con mis doscientos treinta y cuatro amigos? Que no panda el cúnico, en GNU/Linux no existe la palabra imposible. Dave Tompkins ha creado fbcmd, un programa que no sólo nos deja entrar en Facebook desde la terminal, sino hacer todo tipo de prodigios que ni siquiera están al alcance de un navegador gráfico, como copias de seguridad de nuestras fotos o estados en el muro. Pero ya me duelen los dedos de tanto teclear y no me voy a poner a dar clases de php para que se enteren de si fulanito tiene una relación o a menganita le gusta cincuenta sombras.

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